Patric Bawer ha realizado su liturgia diaria y mientras estaba subido encima del techo de un 4x4 ha ido dando explicaciones de lo que nos íbamos a encontrar.
Tengo la espalda contracturada de los nervios que he pasado estos días, además la mochila pesa muuuuuuucho se me hace difícil pensar que puedo correr con ella encima.
El entorno desértico es muy bonito pero a su vez acongoja estar ahí. Hay una parte de mí que aun no se cree estar en la salida de la Marathon Des Sables. Minutos antes de comenzar me han heco meterme en un redil donde desde una perspectiva aérea se podia leer del número 26 que es la edición de este año.
Suena la canción de ACDC y nos ponemos en marcha, reconozco que las piernas me tiemblan, pero es increíblemente emocionante, cerca de 850 personas de más de 45 países diferentes han tomado la salida.
Por delante nos esperan 33 km y ya nos advierten que hay más de 13 km de dunas seguidas con bastante desnivel, esto no es ningún juego. A favor tengo que la temperatura es ideal y eso lo hace todo más sencillo.
Muchos empiezan corriendo y mi caracter conservador me lleva a andar rápido con algún trote ligero pero se me clavan las tiras de la mochila...
Este es el road book del día:
Los primeros 13 km de vegetación y tierra árida y luego ya entras de lleno en los 13 km de dunas que son tan duras como bonitas. El helicóptero pasa bastante cerca de nuestras cabezas y vuela más de una gorra. El calor empieza a apretar aunque aun es soportable.
Hay que subir y bajar muchas dunas y con mucha inclinación pero mis piernas están muy acostumbradas y no noto el cansancio.
El día está transcurriendo bien aunque ya noto la aparición de las primeras ampollas, qué dolor.
El coco responde bien, las piernas también y la adaptación al medio de momento bien. Una vez pasadas las dunas y encontrándom en el km 26 el dolor en el dedo pequeño del pie se hace cada vez más insoportable. Los últimos 7 km se convierten en un pequeño infierno, apenas puedo poner el pie en el suelo, es como si me clavasen un aguja a cada pisada.
Por fin veo a lo lejos la tan ansiada tetera que anuncia la llegada a la meta, BIENNNNN... tomo mi té que me está esperando, recojo mis 3 botellas de agua, es decir, un total de 4,5 litros y me voy hacia mi haima nº 46.
Como mi liofilizado mmmmmmm, que bueno y luego voy directamente al médico a que me arreglen el pie.
Más tarde ceno mi puré, una sopa y un poco de embutido y casi casi me me quedo dormido en lo que es mi primer día de la carrera no sin antes comentar con mis compis de haima que para ser el primer día a sido muy duro. Dentro del saco me da algun pequeño tirón en la pierna pero es soportable.
Las estrellas me dan las buenas noches pero a lo largo de la noche me levanto un par de veces al "lavabo" con mi frontal y mis chancletas...Miro el cielo y el horizonte, ésto es espectacular.
De aquí unas horas me esperan 38 km más...
Carpe Diem
espectacular Sergi!!!
ResponderEliminarja estic desitjant llegir la següent etapa!!
UNA ABRAÇADA MOOOOOOLT GRAN!!!