Hoy ha sido una noche diferente. Por supuesto que ha habido entrenamiento hoy por la tarde pero eso hoy queda en segundo o en tercer lugar o.....
Como anuncié hace unos días hoy había una cena benéfica en la Fundación de Casa del Tibet de Barcelona. Pues bien, he podido asistir a esta cena y las sensaciones han sido extraordinarias. No se ha hablado ni de religión, ni de penurias, ni de crisis, ni de Belén Esteban, lo que si se ha percibido en el ambiente es la entereza y a su vez el sufrimiento interior de un Tibetano (camiseta verde) que en las inundaciones de este pasado Agosto en Ladakh (India) perdió a su padre, perdió la casa y ahora su madre está malviviendo en un campo de refugiados. Mientras tanto él está a unos cuantos miles de kilómetros e intenta ayudar de forma constructiva a su familia y transmitiendo un buen rollo difícil de describiros.
En la cena se le hecho donación de la recaudación obtenida.
En días como estos me doy cuenta de lo afortunado que soy y que las cosas tienen su propia escala de valores y por ello hay que saber distinguir las cosas realmente importantes en la vida de las que no lo son . Por otro lado repito una vez más, CARPE DIEM. Vive el momento, el aquí y ahora, eso es lo único que tenemos seguro y hay que disfrutarlo.
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