Un runner....

Un runner....
...camino de su primer Ironman a los 45

miércoles, 20 de octubre de 2010

La mente

Además del correr, otro tema que me fascina es la mente y os aseguro que está estrechamente ligado al deporte. A menudo es nuestra mente quien pone freno a nuestras voluntades.


Os detallo parte de una entrevista que he encontrado muy interesante sobre la mente:
PSICONEUROINMUNOLOGÍA

El efecto de las palabras no dichas…

Entrevista al Dr. MARIO ALONSO PUIG (Cirujano)

Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios: ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo.
“Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influída por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando” hay que entrenar esa mente.
-          Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿conclusión?
Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.
-     ¿Psiconeuroinmunología?
Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.
       - ¿De qué se trata?
Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo en un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante 6 horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
-          ¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente-no más razonable- llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
-          Más recursos
La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.
-          ¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.
-          ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
El miedo nos impide salir de la zona del confort; tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
-          Deme alguna pista
Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos “voy a hacer esto” y no lo hacemos  alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.
-          Ver lo que hay y aceptarlo
Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste, persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.

SEAMOS EL CAMBIO QUE QUEREMOS VER EN EL MUNDO”
M. Gandhi

1 comentario:

  1. Doy fe de ello, no hace mucho tiempo tuve un problema singular (relacionado con el texto) y con paciencia, ayuda de los mios y poniendo mucho de mi parte está solucionado. Sin duda alguna, la autodisciplina que nos tenemos que imponer para correr, ir en bici i/o nadar, nos beneficia en otros campos de la vida y nos hace romper barreras que sin entrenamiento no podríamos. A mis 46 años mi autoestima ha aumentado y estoy cogiendo un estado de forma física que nunca hubiera imaginado, cuando siempre había sido el típico deportista de sofa i TV. Un saludo a todos.

    ResponderEliminar