Un runner....

Un runner....
...camino de su primer Ironman a los 45

miércoles, 13 de abril de 2011

Previo a la carrera

Los días previos a la carrera fueron una auténtica locura, los calcetines que no llegaban, la planta de los pies me dolían, apenas podía dormir y mis constantes viajes a la farmacia para comprar medicamentos me iban arruinando poco a poco.
El peor momento fue cuando en el suelo de la habitación tenía esparcido todo lo que debía meter dentro de la mochila y prácticamente era imposible hacerlo caber....

A presión y descartanto lo importante pero no imprescindible finalmente pudo entrar todo en la mochila, no sin antes pensar que eso iba a rebentar en cualquier momento.

Suena el despertador a las 4:30 del 1 de abril y rumbo al aeropuerto de Barcelona, el vuelo salía a las 6:55 y la despedida ya os la podéis imaginar. A partir de ese momento me invadió la soledad, las dudas y los cargos de conciencia, pero a su vez despertaba un espíritu aventurero y las ganas de poner en práctica todos aquellos meses de entrenamiento.

Una vez llegado a Madrid a las 8 hr era momento de rezar para que no se perdiera la maleta facturada, tic-tac, tic-tac, tic-tac,.. por fin salió, que alegría !!!!

Hasta las 11hr no debía concentrarme con el resto de aspirantes a Sableros 2011 en la terminal T4 de Madrid. Durante esas horas de espera los nervios me consumían y el miedo asomaba la cabeza por ahí, mi única arma era distraer la mente con cualquier chorrada.

Por fin son las 11hr y no hay duda que el grupo que se encuentra en aquel rincón es la expedición que va a Des Sables....

Sobre las 14 hr cojemos una avioneta destino al aeropuerto de Ed Rachidia en Marruecos. Durante el vuelo hago las primeras amistades que se mantuvieron con firmeza durante toda la carrera. La llegada al primitivo aeropuerto te hace tomar conciencia de donde te estás metiendo, creo que en ese aeropuerto sólo trabajan un día al año y ese era su día. Tardamos más de 2 horas en que nos pongan el bendito sello a todos. Una vez subimos al autobús nos dan el road book de la carrera en el cual se especifican detalles como los km de cada etapa, tipo de suelo, paisajes, temperaturas medias esperadas etc.
A su vez nos dan dos bolsas marrones vacías y una bolsa blanca llena. Las dos bolsas se complementan la blanca está llena de comida y la marrón es para vaciar la comida que te has comido, je,je,...

En medio de una carretera y al cabo de 3 horas se para el autoús y se adentra unos metros por un camino de tierra, a lo lejos veo una camiones de carga y supongo que nos van a subir en ellos hasta llegar al campamento. Efectivamente, como si de ganado se tratase nos suben como ovejas y entre bote y bote llegamos al campamento, es muy bonito el entorno.

Las haimas ya están asignadas y hay capacidad para 8 personas. Nos recuerdan que esa noche y todo el día siguiente las comidas están incluidas.

Primera noche en el desierto, justo lo que veo antes de dormirme son las estrellas, a media noche me despierto y lo primero que veo nuevamente son las estrellas. Hace frío, pero me siento feliz. Se respira un ambiente de nervios contenidos entre todos nosotros, hay risas, silencios, miradas de complicidad...

Al dia siguiente y después del desayuno toca el control técnico, administrativo y médico, todo OK además mi mochila pesa 9,5 kg, no está mal.

Por la tarde el alma mater de la Marathon Des Sables, Patrick Bawer nos reune a todos los participantes y durante una charla de 1 hora nos explican cómo va a funcionar todo aquello. Las horas de espera son criminales, no pasan los minutos y todos tenemos ganas de que comience ya la carrera y poder oir la música de salida de ACDC " Camino al infierno".

Después de la cena aun tiro algo de ropa que no considero imprescindible para usar durante la carrera.

Ahora toca intentar dormir, voy al " baño" es decir, un taburete con un hueco en medio, donde debes poner la bolsa marrón y todo ello detrás de una cortina a unos 30 m de la haima.

Al suelo, a intentar dormir bajo el manto de las estrellas, soy un auténtico privilegiado, voy a hacer lo que tengo ganas de hacer y llevo meses entrenando para ello y estoy en un entorno único al alcance de muy pocos. Antes de dormirme doy gracias a mucha gente por haberme ayudado a llegar hasta ese momento.

Me levanto a las 5:30 el domingo 3 de abril y estreno mi fogoncillo para comer mis ansiados cereales de chocolate. Vienen los "Yala, Yala" que son los que desmontan las haimes aunque tu estés dentro y comienza la liturgia de vestirte con toda tu indumentaria.

Camino al punto de salida y después de un discurso de 15 minutos  de Patrick empieza la carrera en 5,4,3,2,1....

Carpe Diem

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